Por Elena Cerro
Al comienzo de esta semana el
Gobierno de la Junta
de Comunidades de Castilla La-Mancha echaba el cierre a los servicios de
urgencias sanitarias de veintiún municipios, los denominados Puntos de Atención
Continuada (PAC).
Como era de esperar, la medida no
ha sentado bien a la población, lo que se ha demostrado en las múltiples
protestas que hemos podido ver estos días. Y aunque no es un cierre total, sí
que hay un nuevo horario; así diez de los centros de salud de los municipios en
los que se elimina el PAC cerrarán a las 15:00 horas los días laborables y no
habrá servicio los fines de semana. El resto tendrá servicio de urgencias hasta
las 20:00 horas y los fines de semana.
En el caso de nuestra provincia, Albacete, los municipios afectados son Alpera y Molinicos, que permanecerán abiertos
hasta las tres de la tarde; y en el resto de provincias la medida afecta a
siete municipios de Cuenca, seis de Guadalajara, cuatro en Ciudad Real y dos de
Toledo.
De lo más sonado es el caso de
Tembleque en Toledo, que ha sido el protagonista de encierros, protestas, un
recurso contencioso-administrativo ante el TSJ e incluso le han enviado cartas
al Rey. En Honrubia, Cuenca, los cuatro concejales populares en el Ayuntamiento
presentaron su dimisión al alcalde del PSOE, Julián Pardo, alegando que no
estaban de acuerdo con el cierre de las urgencias nocturnas del municipio.
Además en la localidad conquense de Sisante, llamaba la atención la propuesta del
alcalde del Partido Popular, Pedro Garde, de pagar con su sueldo un médico de
urgencias para las noches, pero no le han dejado ya que no corresponde a él ese
cargo (al ser un servicio público se tiene que hacer cargo la Junta ). Se da el caso,
además, de Hiendelaencina (Guadalajara) donde la Guardia
Civil tuvo que desalojar a 150 ciudadanos que se habían
encerrado en el centro sanitario. Por su parte, el alcalde socialista de
esta localidad guadalajareña, Mariano Escribano, se encerró junto con otros
tres alcaldes en el edificio de la Delegación de la Junta de Comunidades en Guadalajara para hacer
que el consejero de Sanidad se comprometiera a recibir a los ediles de las
poblaciones afectadas. Indignado sin escuchar esa promesa declaraba: “Nos han
dicho que la decisión estaba tomada y era inamovible, pero contraviene la
legalidad que estipula que un ciudadano tiene que tener un servicio de
urgencias a menos de media hora”, apuntó Escribano.
Pero ¡ay amigos!, eso de que la
decisión es inamovible ha cambiado hoy, puesto que el Tribunal Superior de
Justicia de Castilla-La Mancha ha ordenado la suspensión cautelar del cierre de
las urgencias nocturnas. Se trata de un auto provisional ante el recurso
presentado por el Ayuntamiento de Tembleque, por el que se adoptan medidas cautelares
a partir de las cuales se demora provisionalmente durante tres días la orden
por la que se cerraron estos puntos de urgencia en horario nocturno. El
Gobierno de Castilla-La Mancha va a recurrir esta decisión, también tiene un
plazo de tres días, pero el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha
comunicado esta misma tarde la decisión de mantener abiertos los centros de
salud a los coordinadores de los mismos.
El caso es que cuando estas
pequeñas corporaciones locales han visto agredidos sus derechos, han luchado, y
sin importar el tinte político, a lo cual me surgen algunas preguntas: ¿Por qué
en las ‘altas esferas’ los políticos no plantan cara a los dirigentes? ¿Acaso
será porque para éstos es más importante su carrera política que la vida de aquellos
a quienes representan?
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