lunes, 28 de enero de 2013

DEPORTES: Hispanos

Por Pablo Moreno

Buenas y mundialísticas noches. Como bien adelantaba la semana pasada, el post de hoy, como no podía ser de otra manera, va referido a los ‘hispanos’ y a su pedazo de mundial, que finalizó la pasada tarde del domingo con la victoria de España en la final ante Dinamarca por un abultado 35-19.

No busquen otros resultados tan abultados en la final de un mundial, porque no lo encontrarán. Los jugadores de Valero Rivera realizaron un partido increíble, basado en la defensa asfixiante 6-0, bien respaldado por el ‘español’ Arpad Sterbik (nombre típico español y apellido relacionado con la Extremadura más profunda), que fue un muro infranqueable para los daneses; por robos y contraataques rápidos y por la dirección magistral de la escuadra hispana por parte de Joan Cañellas, Jorge Maqueda y ‘Rock and Roll’ Entrerríos, que disputaba su último encuentro como internacional español. ¡Qué mejor manera de despedirse de la Selección Nacional!

El partido se encarriló desde el pitido inicial con una España muy metida, que obligó al seleccionador danés, elegido mejor entrenador del mundo durante el mismo torneo, a pedir el primer tiempo muerto a los 5 minutos para cortar la sangría de goles. La ventaja al descanso fue de 18-10, 8 goles arriba en un partido que nadie se esperaba y donde ninguno de los presentes daba por muerta a la siempre temida Dinamarca. Pero nada más lejos de la realidad. Con un Mikkel Hansen desesperado (es el faro de Dinamarca) y con su portero Landin, que antes de la final había sido uno de los más destacados, poco inspirado, se iba agrandando la herida, que acabó siendo mortal de necesidad, en el pitido final, con 35-19.

Los daneses querían acabar el partido en el minuto 20 de la primera parte, pero, amigos míos, les quedaban 40 minutos de sufrimiento para ellos y disfrute para el público asistente al Palau San Jordi de Barcelona. Sí, una final de un mundial con todo el pabellón repleto de banderas rojo y gualdas… ¡quién lo diría! Tampoco escuché pitos al Himno Nacional ni vi al nacionalista por excelencia (todos sabéis de quién hablo, tampoco quiero mezclar mucho más deporte y política).

El 7 de gala elegido por la IHF lo componen el portero danés Landin (que un mal partido no quita que no hiciera un mundial memorable), el extremo izquierdo ruso Dibirov, el lateral izquierdo 'Hispano' Alberto Entrerríos, el pivote también español Aguinagalde, el central croata Duvnjak, el lateral derecho húngaro Nagy y el extremo derecho, también danés, Lindberg.

El máximo artillero fue Anders Eggert, de Dinamarca, con 55 goles.

España conquista su segundo cetro mundial, mientras que Dinamarca vuelve a perder otra final mundialista. Lleva 3/3 en derrotas, va a ritmo de récord.

Destacar también que el campeón, el segundo y el tercer clasificado han acabado con las mismas victorias y las mismas derrotas, ¡qué cosas!

Y cambiando de tema, como se dice en estas lindes, parece que Messi y Villa ahora son ‘más amigos que gorrinos’, y su explicación tiene y bien sencilla es: Villa buscaba a Messi desesperadamente, le dio el balón del tercer gol para que el argentino casi redondeara su noche (porque acabó metiendo 4), y a partir de ahí, parecía obsesión de Leo darle un balón de gol a su ‘amigo inseparable’ Villa. Esperemos que le sirva para quedarse en el coliseo culé el próximo año.

Destacar la actuación también del luso Cristiano Ronaldo, anotando el que denominan “hat trick perfecto”, uno con la pierna derecha, otro con la izquierda, y otro con la cabeza.

Parece que las dos malas bestias están velando ya armas, para enfrentarse en la batalla del Bernabéu el próximo domingo.

Pobre del árbitro al que le toque semejante patata.

Hasta luego, Canallas.

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